Arriesga 30 años de prisión
por crímenes en
La Cantuta y Barrios Altos
A las 8:53 horas de hoy, partió desde el grupo aéreo 10 de la Fuerza Aérea Chilena el avión Antonov 227 de la Policía Nacional Peruana, que lleva de vuelta a Lima al ex presidente Alberto Fujimori.
El ex mandatario peruano de origen japonés fue trasladado primero a las 7:40 horas en helicóptero desde su vivienda en la Hacienda Chicureo hasta el aeropuerto santiaguino.
Luego de hacer una escala técnica en la ciudad de Antofagasta debido a las características de la nave, el próximo aterrizaje será en la ciudad de Tacna (Perú), donde permanecerá un breve tiempo para enrumbar con destino a la ciudad del Rímac.
Se estima que alrededor de las 13:00 horas peruana, el imputado ex gobernante pisará suelo peruano donde será conducido, en calidad de recluido, a las dependencias de la policía, luego que la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de Chile resolviera extraditarlo, por siete de los trece cargos que se le imputan.
LESA HUMANIDAD
A casi ocho años después de que fugara de su país, Fujimori arribará a Lima a bordo de un avión de la Policía Nacional del Perú, extraditado por la justicia chilena en relación a siete causas que son demandadas por los tribunales peruanos y vinculados a delitos de corrupción y derechos humanos.
Fujimori negó su participación en los hechos y puntualizó que “tiene su conciencia tranquila para afrontar la justicia de su país”. Si se le haya responsable por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, podría ser condenado hasta por 30 años de prisión efectiva.
Al respecto, la Presidenta chilena Michelle Bachelet manifestó que está "satisfecha que la Justicia haya podido desarrollar su tarea tranquila, haya tomado una decisión que le ha parecido la mejor, la cual ha considerado que siete de las causas han tenido mérito para considerar la extradición y lo ha hecho con coherencia con una cierta consideración del tema de Derechos Humanos".
PREAMBULO
Efectivamente, anoche, en un vuelo de Lima a Santiago con escala en Tacna, viajaron en un avión “Antonov” el general David Rodríguez, director de la Policía Nacional de Perú (PNP); el director de la Policía Aérea, Javier Uribe Altamirano; el jefe de INTERPOL Perú, Coronel Barraza Luyo, y el director del Hospital de la Policía Nacional, Augusto Santarreaga, quienes se encargaron de finiquitar los detalles de la salida del requerido dictador.
Trascendió que el sexagenario ex gobernante, luego de su arribo, podría quedar detenido en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía, en el distrito de Vitarte, al este de Lima. Sin embargo, otras versiones señalan que el ex mandatario podría quedar recluido en la Penitenciaría de Piedras Gordas o en el Centro de Estudios Penitenciarios.
BACHELET
Al tiempo de declararse satisfecha por el trabajo desempeñado por la justicia chilena en el caso Fujimori, la Presidenta Bachelet descartó categóricamente que tras el fallo de la Corte Suprema, que ordenó la extradición del ex Mandatario peruano, exista algún tipo de maniobra.
Agregó que "la justicia se dio el tiempo que necesitaba para tomar el fallo y por lo tanto aquí no hay maniobras de ningún tipo, nosotros somos un país que aprendimos cuando no había una absoluta independencia de los poderes del Estado de que eso era algo muy inconveniente". Asimismo, aseguró que de la resolución de la Corte Suprema no se puede hacer "una interpretación oscura y rara".
La Mandataria enfatizó que su Gobierno siempre ha respetado los fallos judiciales, por lo que "pretender mirar aquí una maniobra de otra naturaleza es darle una mirada que claramente no se corresponde con la realidad".
FUGITIVO
Al conocer el fallo de la Corte Suprema, el tránsfuga ex mandatario peruano se mostró confiado en que anulará cada una de las siete causas por las que la justicia peruana lo requiere.
"Esperaba responder por cuatro o cinco casos pero salieron siete. Pero de todas formas es una reducción sustancial de una decena de casos que se me abrieron en Perú. Voy con los procesos en Perú un tanto depurados y en cierta forma, con una coraza legal”, dijo el ex presidente a la prensa chilena.
"Yo retorno para que se esclarezcan los casos de derechos humanos. No los reconozco. Son acusaciones falsas que no tienen sustento y eso se va a demostrar. Voy a Perú para enfrentar esos procesos. Estoy tranquilo y sereno, y regreso al Perú con la conciencia tranquila. Me pueden acusar pero no tengo responsabilidad sobre lo que se me acusa”, sentenció.
CARCEL
En opinión del Director Ejecutivo de la Comisión Andina de Juristas, Enrique Bernales, "los casos de Barrios Altos y de La Cantuta son delitos mayores, y si es hallado culpable dentro de un juicio que estamos confiando sea con todas las garantías del debido proceso, la pena puede llegar hasta los 30 años de prisión. Los otros delitos de corrupción son sanciones menores, y las penas oscilan entre seis, ocho y diez año”.
El hecho de que Fujimori haya sido extraditado va a provocar una tremenda repercusión en el derecho internacional, porque se trata del primer ex presidente que es devuelto a su país para ser juzgado por los delitos de lesa humanidad que pesan sobre éste.
Cabe destacar que el fallo de la justicia chilena consagra el mecanismo de la extradición para evitar la fuga, excusa y comportamiento irresponsable de quien debe responder por su conducta incorrecta.
ABANDONADO
En una declaración oficial, el gobierno japonés afirmó hoy que el asunto de la extradición del ex presidente peruano, Alberto Fujimori, a su país desde Chile es un asunto que concierne al gobierno chileno, por lo que no hará comentarios.
A través de un portavoz del Ministerio de Exteriores dijo que "el gobierno japonés no hará ningún comentario" porque considera que el asunto Fujimori es "un tema que concierne al gobierno de Chile".
Cabe recordar que Fujimori se presentó, sin éxito, a las elecciones a la Cámara Alta de la Dieta japonesa, celebradas el pasado 29 de julio, en las listas del Nuevo Partido de los Ciudadanos.
El extraditado político permaneció en Japón durante cinco años, un periodo en el que la potencia asiática y Perú vivieron un moderado conflicto en torno a la figura del pintoresco ex gobernante. En una salida repentina de Japón, Fujimori recaló en Chile en noviembre del 2005, donde permaneció hasta el momento de su expulsión.